Pachuca es una maravillosa ciudad llena de lectores y estudiantes.

La primera vez que llegué a Pachuca me pareció una ciudad encantadora. A diferencia de las grandes ciudades, este lugar en Hidalgo me resultó cómodo y bonito. Las personas que viven acá, me hicieron sentir a mí y a la librería muy bienvenidos. Después de más de diez años, esta ciudad se ha vuelto también mi hogar.
Cuando buscamos donde instalar la primera sucursal encontramos en poco tiempo el lugar perfecto. Un bonito local en el centro desde donde nos sentimos siempre en el corazón del lugar. Desde acá lo vemos todo y vivimos en primera persona los sucesos más importantes de la ciudad.

Creo que el lugar nos ha ayudado mucho no solo que la gente nos conozca, sino que lo han vuelto algo icónico para ellos. Con el tiempo, nos han dicho que aman el simple hecho de venir porque el lugar los relaja y los emociona al mismo tiempo. Así que jamás podríamos cambiarnos a otro lugar. Este es el sitio perfecto.
Es increíble lo bonito que nos han tratado todo este tiempo. Además esta ciudad está llena de gente creativa que ama el arte y la literatura. En un día común de trabajo, he escuchado a gente muy sabía que nos habla de autores y de libros, gente que nos pide consejos y artistas que buscan en los libros una forma de desarrollar su creatividad.

Hace un par de años decidimos abrir una segunda librería, la sucursal de Álamos, justo al lado de la universidad y fue como entrar en un mundo nuevo cuando comencé a escuchar a los estudiantes. Son personas maravillosas, todo lo que hacen está lleno de una esperanza y alegría que me inspira todos los días y siempre me siento identificado. Muchos de ellos llegan a Pachuca como yo, buscando un sueño y luchando por conseguirlo . Cada que hablo con ellos terminó con los ánimos hasta arriba.
Creo que las librerías de Pachuca han sido de mis mejores ideas. Lo cierto es que, aunque mucha gente me ha dicho lo mucho agradecen que estos lugares existan, yo les estoy todavía más agradecido.