Este año hemos decidido celebrar Día de muertos junto a nuestros lectores con nuestro Primer Concurso de Calaveritas Literarias “Tintas Cadavéricas”, con el que festejaremos aquello que nos da fortaleza frente a la angustia de la muerte: la lectura. Pues nosotros que leemos sabemos que las letras tienen el poder de cambiarlo todo y de permanecer.
De entre todas las calaveritas que nos llegaron por correo logramos elegir seis textos que fueron acreedores de los premios que con mucho esmero preparamos para nuestros participantes y que, el día de hoy, compartimos con la comunidad de Librero en Andanzas.

1er Lugar: Litemuertura Mexicana de Marco Antonio Cornejo Mijares.
La Muerte nos recomienda,
desde su honda sepultura,
que agreguemos a la ofrenda
alguna buena lectura.
Los autores que más ama
son de tierras mexicanas
pues incrementan su fama
desde épocas lejanas.
Dijo el poeta de Texcoco:
“no para siempre en la tierra,
aquí solamente un poco,
aunque sea de oro se quiebra”.
Sor Juana en la Nueva España,
sobre una bella fachada
rápido nos desengaña:
“es polvo es sombra, es nada”.
Con versos contemporáneos,
Villaurrutia y Gorostiza
le dan corona de cráneos
a nuestra muerte mestiza.
Junto a Rulfo en una fosa
dormiremos en Comala.
Un libro en verso o prosa
¡gran cultura nos regala!
Buen mexicano, no temas
a la Catrina voraz;
y dedícale unos poemas
del nobel Octavio Paz.
2do Lugar: La muerte visita Librero en Andanzas de Ricardo Marmolejo Mendoza.
Consultando sus balanzas
llega la huesuda parca
a llevar sobre su barca
todo el “librero en andanzas”
Quiere leer en los subsuelos
gloriosos libros de viejo,
compartiéndole al cortejo
de sus espectros de velos.
Lleva fábulas, baladas,
cuentos, versos y novelas
para leer bajo las velas
de las tumbas agrietadas.
Libros, compendios y citas,
coplas, tratados y prosas
que los muertos en las fosas
leerán bajo flores marchitas.
Lleva cuentos de Alan Poe,
lleva también de Quiroga
Y de Shelley, que epilogan
lo que antes vivo, murió…
Que para omitir la lectura
la tumba nunca es pretexto…
¡Si se hace con un buen texto,
la muerte es una aventura…!
3er Lugar: La invitación de Axel Rubén Melecio Venegas.
Si de hábitos de lectura hay que hablar,
la tremenda calaca es ejemplar,
pues a esta le gustan los cuentos
que enfrascan sus pensamientos.
Desde Julio Verne hasta Octavio Paz,
son la pasión de esta flaca audaz,
a los que un día espera contratar
para hacer un festival en el más allá.
Entre stands de libros y cuenta-cuentos,
es lo que la calaca contempla en su evento,
para que desde el lugar donde están los muertos
puedan enriquecer sus conocimientos.
La calaca, al ver lista ya la organización,
extiende a Librero en Andanzas una invitación
para que asista como padrino de honor,
y sea partícipe de la celebración.
El personal de la librería preocupado está,
pues dicen que la calaca les advirtió,
que de no responder la invitación
se los llevará eternamente al panteón.
Menciones Honoríficas
Calaveras, memoria y hojas de Noé Pérez Tapia
Si el aburrimiento quieres matar,
Unas cuantas hojas te debes echar.
No por esto debes olvidar
Que a los muertos hay que recordar.
La memoria no se vende
Le pertenece a la gente,
¡Ay!, calavera linda
Llévate la mercancía gringa.
Muerte, muertecita
Sabes que amo la palabra escrita
Cuando me lleves
No me quites mis libros y aves.
Que mi familia me recuerde
En su humana memoria
Leyendo, comiendo, alegre.
Que te cuenten mis historias
Yo quiero libros, caña y cacahuate,
Que mi abuela haga chocolate
Para recordar a los muertos
Y leer un poco, rodeado de ellos.
Calaverita con acróstico Gabriel Martínez Santuario
La verdad que ya me tienen harta;
Indignada gritaba la calaca
Bueno, con que no quieren ustedes leer,
Redada de necios he de hacer.
Es increíble que no entiendan,
Realmente si desean triunfar.
Observen que es indispensable.
El leer además es muy rentable.
No necesitan leer todo el día,
Al menos diario por un ratito.
Ningún tema les será aburrido
De veras es fácil y divertido.
Así que empezó por llevarse,
Niños, jóvenes y viejecitos.
Zigzagueaba por los rincones,
Agarró güeros, prietos y tripones.
Si no te quieres perder, ponte rápido a leer.
Releídas de Zyanya Citli Mendoza Cruz
La Huesuda tiene un gusto
que muy pocos conocemos:
colecciona dramaturgos,
novelas, cuentos, libreros.
Shakespeare en la repisa
y Sabines de llavero,
Acuña y la poetisa
Castellanos al sombrero.
En un rincón exclusivo
puso, lista, un gran sillón,
tomaba al azar un libro,
¡se los leía de a montón!
Los repetía y sus ojeras
sé que tú no juzgarás,
¡ay, Flaca, quién lo dijera:
necesitas comprar más!
Una respuesta
Elegancia y mucha calidad literaria, un placer para los bibliófilos. Felicitaciones a los ganadores.