Para leer cada quien escoge su lugar especial. El mío está en el balcón de mi casa, donde puedo relajarme con mucha facilidad para no preocuparme por nada más que la historia.
No es un lugar muy grande, pero es muy fresco y el viento soplando a través de los árboles me hace sentir en calma, por lo que cada tarde solo pienso en llegar a casa para salir al balcón con un libro y sentirme feliz.
Encontrar el lugar perfecto para leer es tan importante como la lectura adecuada.