Un día, mientras ordenaba los estantes, una pequeña gatita apareció de la nada, maullando suavemente. Sin pensarlo dos veces, le di algo de comer. Cuando terminó, dio una vuelta por la librería y se recostó sobre una pila de libros. Entonces supe que había encontrado una nueva inquilina para nuestra mágica morada de libros.
Desde ese momento, la gatita se ha convertido en parte de la librería. Se ha adueñado de los rincones más acogedores, pero sobre todo le encanta dormir encima de los libros. Parece que encuentra en ellos su refugio perfecto, un colchón de palabras y aventuras que le envuelve con su calidez.
No siempre está en la librería, parece que los días más bulliciosos prefiere pasarlos en la calma de otro lugar, pero siempre regresa para tomar sus siestas sobre los libros. A veces, me pregunto qué pensará la gatita mientras descansa plácidamente. ¿Soñará con aventuras épicas? ¿Se imaginará explorando mundos fantásticos junto a los personajes de las páginas?
Aunque siempre será un misterio, no puedo evitar sonreír cada vez que la veo en su cómodo reposo sobre los libros. Ha encontrado su hogar en nuestra librería y nosotros una maravillosa compañera.