Descubre cómo la librería de Bajío 156 nació de una pasión por los libros usados, desde su primer evento en el Casino Metropolitano hasta convertirse en el cálido refugio literario que es hoy.
La librería de Bajío 156 tiene una historia peculiar. Para narrarla, debemos remontarnos más de 10 años atrás, al primer evento en el que Librero en Andanzas fue presentado en sociedad. Esto ocurrió en una edición de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, en el Casino Metropolitano, una joya arquitectónica en la calle de Tacuba, en el centro histórico de la Ciudad de México. Fuimos invitados por la coalición de libreros liderada por César Sánchez.
Nos presentamos puntuales, con uniformes que llevaban el logo del hombre con sombrero entre corchetes, el símbolo que nos identifica hasta el día de hoy. Imaginen la escena: el primer piso del Casino Metropolitano, con sus altas escalinatas de mármol, amplias ventanas y salones con espejos barrocos, nos vio pasar con paquetes de libros, cajas y muebles. Las miradas curiosas de nuestros colegas libreros nos seguían. Así nació Librero en Andanzas, como una apuesta de un par de entusiastas que querían promover la relectura de libros usados, el aprecio por los libros viejos y la creación de una comunidad de lectores.
Nuestros colegas se sorprendieron tanto al vernos ofrecer libros de calidad a precios bajos que se convirtieron en nuestros mejores compradores. Un buen amigo, conocido como "El Tigre Famélico", subastó libros a precios tan bajos como un peso. La emoción entre los clientes era evidente. Vendimos todos los libros, y así comenzó Librero en Andanzas.
Después de la feria, necesitábamos un nuevo espacio para los libros restantes. "El Tigre Famélico" nos presentó a nuestra primera casera oficial, lo que nos permitió utilizar un espacio contiguo en una casa vieja y deshabitada en el callejón de Bajío. Pasamos ahí un par de años hasta que nos pidieron el lugar, y con suerte, encontramos un nuevo espacio en Bajío 156.
Inicialmente, no planeábamos construir un tapanco, pero llamé a un amigo carpintero, Fernando, para pedir su opinión. Llegó puntual, observó el espacio de doble altura y sugirió: "Aquí quedaría bien un tapanco." No dudé en llamar a Sergio y le dije: "Fernando dice que la única opción es un tapanco. ¿Estás de acuerdo?" Sin dar más opciones, aceptamos, y al día siguiente ya estábamos cortando maderas y armando libreros. En una o dos semanas, comenzamos a llevar libros, y la librería se llenó de vida.
Nuestros amigos acudieron a cortar el listón en una emotiva inauguración, y desde entonces, la pequeña librería de Bajío 156 se ha convertido en el refugio favorito de lectores y libreros, nuestra casa.
Con el tiempo, la librería ha cambiado. Añadimos una pequeña barra de café que recibe a los visitantes con aromas místicos y sabores deliciosos. Hemos organizado remates de libros y eventos temáticos que incluyen libros antiguos, de historia y primeras ediciones.
Bajío 156 es más que una librería; es un espacio donde los libros encuentran una segunda oportunidad y las historias se entrelazan con la vida de cada visitante. Creemos firmemente en la magia de la lectura, en la capacidad de los libros para inspirar y en su poder para conectar a las personas. Nuestra misión es crear una comunidad donde cada lector se sienta acogido y donde la relectura de los libros usados se convierta en un viaje lleno de descubrimientos y sorpresas. Ven y forma parte de esta experiencia única. Sumérgete en un lugar donde los libros cobran vida, donde el aroma del café y las páginas te envuelven, y donde siempre te recibiremos con una sonrisa. Te esperamos en Bajío 156, el refugio predilecto de lectores y libreros, porque creemos que cada historia merece ser contada una y otra vez.
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