Tres cartas para un mismo gesto

Tres cartas para un mismo gesto

3 de octubre de 2025Josué González

Estas cartas nacieron en un momento de confusión y de trabajo intenso, cuando las palabras parecían fragmentarse entre rumores, cansancio y desconfianza.

No fueron escritas para convencer ni para explicar, sino para recordar el sentido de lo que hacemos y guardar un tono cuando todo alrededor se acelera.

En Librero en Andanzas no trabajamos sólo con libros, sino con los gestos invisibles que los acompañan: el modo de entregarlos, de ofrecerlos, de compartirlos, de sostenerlos.

Y a veces, cuando el oficio se vuelve difícil o el entorno se llena de voces, necesitamos una pausa que nos devuelva el aliento.

Estas tres cartas son esa pausa.

Una, dirigida a quienes forman parte del equipo, para recordarles que el anima del Andanzas no es la expansión, sino la coherencia.

Otra, para los colegas invitados, escrita con gratitud y cuidado.

Y la tercera, para los libreros del tianguis de San Fernando, como un gesto de respeto y reconocimiento hacia el espacio que nos recibió.

No son comunicados ni declaraciones.

Son una manera de hablar desde la calma, sin esconder la fragilidad ni la convicción.

Son, quizá, una pequeña forma de cuidar el oficio y cuidar el tono con el que existimos en él.

Carta abierta a las y los libreros de San Fernando.

A las y los libreros que, cada sábado, sostienen con su trabajo el tianguis de libros de San Fernando:

Nos dirigimos a ustedes con respeto y gratitud.

Desde hace algunos meses hemos tenido la oportunidad de participar en este espacio y de conocer, más de cerca, el esfuerzo que implica mantener viva una tradición librera en el centro de la ciudad.

Hemos aprendido mucho de su constancia, de su ingenio y de su manera de defender el libro en condiciones que no siempre son fáciles.

Hace unas semanas surgió entre nosotros la idea de realizar una jornada breve, de apenas seis días, del 5 al 10 de octubre.

No una feria en el sentido habitual, sino un acto pequeño de visibilidad: abrir el espacio entre semana para que más personas conozcan el tianguis, su historia y el valor de lo que aquí se hace.

Queremos dejarlo claro:

no buscamos sustituir, apropiarnos ni representar a nadie.

El tianguis sabatino tiene su propio ritmo y sus propias formas, que respetamos.

Nuestro deseo es simplemente mostrar lo que ya existe, cuidar el espacio y hacerlo visible ante nuevos lectores.

No habrá cobros de gestión, ni jerarquías, ni estructuras nuevas.

No se trata de crear un orden paralelo, ni de organizar más eventos.

Se trata, únicamente, de agradecer lo que este lugar nos ha dado y de compartirlo por unos días con quienes aún no lo conocen.

Sabemos que las diferencias de opinión son parte de cualquier comunidad viva, y las entendemos.

Pero creemos que, más allá de los desencuentros, nos une algo esencial: la voluntad de acercar libros a las personas y de mantener vivo este oficio.

Por eso queremos decirles, con toda claridad:

no venimos a competir; venimos a sumar respeto.

Si nuestra presencia causa inquietud, la escuchamos con atención.

Si genera diálogo, lo recibimos con alegría.

Y si al final de estos seis días solo queda un poco más de luz sobre el trabajo de todos, nos daremos por satisfechos.

Gracias por permitirnos ser parte, aunque sea por un momento, de la historia de San Fernando.

Nuestro compromiso sigue siendo el mismo: cuidar los libros, cuidar los vínculos, cuidar el espacio que compartimos.

Con respeto y admiración,

 

Carta a quienes nos acompañarán en la jornada de San Fernando

Queremos agradecerles por aceptar esta invitación hace ya varias semanas, cuando la idea apenas era una intuición: dar visibilidad al trabajo que día a día se hace en el tianguis de libros de San Fernando.

Sabemos que el clima se ha vuelto confuso y que han circulado comentarios diversos.
Por eso deseamos dejar algo claro desde el inicio:
no venimos a ocupar espacio ni a instalar un nuevo orden.
Esta será una jornada breve, de seis días, del 5 al 10 de octubre, pensada para celebrar el oficio de librero y el valor del espacio público.

No somos organizadores permanentes ni gestores del tianguis.
Solo queremos mostrar, por unos días, la riqueza de este oficio y el esfuerzo que implica sostenerlo con dignidad.
No habrá cobros de gestión, ni jerarquías, ni pretensiones de continuidad.
Habrá libros, conversación y una pequeña muestra de lo que compartimos: amor por la lectura y respeto por el espacio común.

Nos importa que se sientan cómodos, seguros y reconocidos.
Lo que buscamos no es protagonismo, sino claridad.
Queremos que la gente vea que detrás de cada mesa con libros hay personas que aman lo que hacen.

Si después de esta experiencia no vuelve a repetirse, no pasa nada.
Habrá valido la pena haberlo hecho con respeto y transparencia.

Gracias por acompañarnos.
Nos alegra mucho que estén aquí.

 

Carta interna para Librero en Andanzas

Compañeras y compañeros:

Antes de que comiencen los días de San Fernando, queremos detenernos un momento y recordar por qué hacemos lo que hacemos.
Estos meses han sido intensos, llenos de esfuerzo, discusiones, cansancio y también logros silenciosos.
Ahora que todo parece girar más rápido, necesitamos algo que nos mantenga en el centro: la claridad de propósito.

Esta feria de seis días no es una conquista ni una expansión, es un gesto pequeño, casi íntimo.
No buscamos ganar terreno, ni demostrar poder, ni convencer a nadie de nada.
Solo queremos dar visibilidad a un oficio que amamos, al trabajo de tantos libreros y libreras que, igual que nosotros, sostienen libros todos los días en la intemperie.

Si alguien se siente amenazado por este gesto, que sepa que no hay amenaza en la claridad.
Estamos haciendo algo honesto, limpio, y eso siempre genera incomodidad en quienes viven del ruido o de la sospecha.
Pero no tenemos que responder con más ruido.
Nuestra respuesta será el orden, el respeto y el trabajo bien hecho.

Recordemos también que Librero en Andanzas no es una marca, es una comunidad de personas.
Personas que abren cajas, etiquetan, cargan, venden, escuchan, recomiendan y limpian.
Personas que creen que la cultura no se sostiene solo con discursos, sino con actos cotidianos.

Si alguien nos señala, miremos hacia adentro:
¿estamos haciendo esto con respeto, con coherencia, sin arrogancia?
Si la respuesta es sí, entonces estamos bien.

No estamos aquí para liderar a nadie, ni para administrar el destino de los demás.
Estamos aquí para cumplir con nuestro deber de hacer las cosas con decencia.
Eso basta.
Lo demás lo dirá el tiempo, y el tiempo siempre distingue la autenticidad de la impostura.

A quienes están en las librerías, en las oficinas, en las bodegas, en ferias o cargando cajas:
gracias.
Todo esto existe porque ustedes sostienen el trabajo diario.
Si el mundo a veces no lo ve, no importa: nosotros sí lo vemos.

Cuando llegue el cansancio, cuando haya comentarios, rumores o confusión, recuerden esto:

“No quedará lo que hicimos, sino cómo lo hicimos.”

Y el cómo, en Andanzas, seguirá siendo lo más importante:
con calma, con respeto y con verdad.

Epílogo

Si algún día estas cartas se leen fuera de su contexto, que se entienda algo simple:
no fueron escritas para defendernos, sino para dejarnos ver con claridad.

Cada palabra fue pensada para sostener un hilo de respeto entre quienes compartimos un mismo territorio de libros, calles y trabajo.
Quizá, dentro de unos años, nadie recuerde esta feria breve ni las tensiones que la rodearon.
Pero ojalá quede la memoria de un grupo que, ante la confusión, eligió la calma, la limpieza y la decencia como respuesta.

Porque no importa el tamaño del evento ni el ruido del entorno:

lo que da sentido a lo que hacemos es cómo lo hacemos.

Y en ese “cómo” queremos seguir reconociéndonos, entre libros, cajas, voces y silencios, como una comunidad que actúa con verdad, sin prisa y sin miedo.

Librero en Andanzas

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